El Instituto Nacional del Cáncer reconoce “los beneficios potenciales del cannabis terapéutico en pacientes con cáncer”. Estados Unidos.
El Instituto Nacional del Cáncer ofrece por primera vez
información sobre el cannabis y los cannabinoides en el apartado de su web
“Medicina complementaria y alternativa”. En la sección “Información General” el
texto dice: “Los beneficios potenciales del cannabis terapéutico para pacientes
con cáncer incluyen efecto antiemético, estimulación del apetito, alivio del
dolor y mejoría del sueño. El médico puede recomendar cannabis medicinal en la
práctica de la oncología integral, no sólo para el manejo de los síntomas, sino
también por su posible efecto antitumoral directo”.
En la sección “Nivel general de verificación científica del cannabis y los cannabinoides”, el texto dice: “En la actualidad no hay pruebas suficientes para recomendar la inhalación de cannabis como tratamiento para los síntomas relacionados con el cáncer o para los efectos secundarios relacionados con su tratamiento fuera del contexto del ensayo clínico bien diseñado”. En la sección de “Efectos adversos”, el texto dice: “Los cannabinoides tienen un perfil de seguridad favorable como medicamentos. A diferencia de los receptores opioides, los receptores cannabinoides no se encuentran en las áreas del tronco cerebral que controlan la respiración, por lo que no se producen sobredosis letales por depresión respiratoria. Dado que los receptores cannabinoides están presentes en tejidos de todo el cuerpo, no sólo en el sistema nervioso central, los efectos adversos incluyen taquicardia, hipotensión, inyección conjuntival, broncodilatación, relajación muscular y disminución de la motilidad gastrointestinal. A pesar de que los cannabinoides son considerados por algunos como drogas adictivas, el potencial de adicción es mucho menor que la de otros fármacos de prescripción o de otras sustancias de abuso”.
En la sección “Nivel general de verificación científica del cannabis y los cannabinoides”, el texto dice: “En la actualidad no hay pruebas suficientes para recomendar la inhalación de cannabis como tratamiento para los síntomas relacionados con el cáncer o para los efectos secundarios relacionados con su tratamiento fuera del contexto del ensayo clínico bien diseñado”. En la sección de “Efectos adversos”, el texto dice: “Los cannabinoides tienen un perfil de seguridad favorable como medicamentos. A diferencia de los receptores opioides, los receptores cannabinoides no se encuentran en las áreas del tronco cerebral que controlan la respiración, por lo que no se producen sobredosis letales por depresión respiratoria. Dado que los receptores cannabinoides están presentes en tejidos de todo el cuerpo, no sólo en el sistema nervioso central, los efectos adversos incluyen taquicardia, hipotensión, inyección conjuntival, broncodilatación, relajación muscular y disminución de la motilidad gastrointestinal. A pesar de que los cannabinoides son considerados por algunos como drogas adictivas, el potencial de adicción es mucho menor que la de otros fármacos de prescripción o de otras sustancias de abuso”.